1. Gran fuente de omega-3
Los frutos secos son muy ricos en omega-3, especialmente la nuez.
El omega-3 es cardioprotector y ayuda a combatir la inflamación, además, reduce el colesterol “malo” (LDL).
2. Ricos en vitamina E
Todos los frutos secos son ricos en vitamina E, pero la almendra es la que más contenido de esta vitamina tiene, presenta 24,2 mg de vitamina E por cada 100 gramos.
Esta vitamina tiene un gran poder antioxidante y refuerza el sistema inmune.
3. Ricos en antioxidantes
Los alimentos de origen vegetal contienen más de un centenar de sustancias antioxidantes. Los frutos secos son muy ricos en antioxidantes, éstos protegen al organismo de la oxidación y el envejecimiento prematuro.
4. Efecto cardioprotector
El consumo habitual de frutos secos protege del desarrollo de la enfermedad cardíaca coronaria.
Se estima que consumir frutos secos 4 o 5 veces por semana, reduce aproximadamente un 40% el riesgo relativo de experimentar una cardiopatía coronaria, pues reducen los marcadores inflamatorios del cuerpo mientras controlan el colesterol.