La aparición del dolor muscular horas después de la realización de ejercicio intenso o prolongado fuera de lo habitual, o tras un período sin realizar ejercicio físico continuado es bastante común, este dolor muscular que se agudiza al mover la musculatura se conoce como agujetas.
Normalmente, esta sensación va en aumento pasadas 24 horas de la realización del ejercicio, teniendo su mayor molestia en torno pasadas 72 horas. Se produce una disminución progresiva del dolor muscular los siguientes días, desapareciendo entre el quinto y séptimo día.
¿De dónde viene que tomar agua con azúcar es bueno para las agujetas?
Viene de que los esfuerzos intensos aumentan la producción de ácido láctico, que se acumula en el músculo o zona musculotendinosa, donde llega incluso a cristalizar. Por este motivo, se relacionaba el dolor con microlesiones que producirían estos cristales de ácido láctico, de ahí es donde sale el remedio del agua con azúcar, pues se creía que ayudaba a la mala metabolización de la glucosa que conlleva la acumulación de ácido láctico.
Sin embargo, no existe evidencia científica de que las agujetas se produzcan por la formación de cristales de ácido láctico, e incluso se sabe que el lactato va a la sangre donde es eliminado en los minutos siguientes a la realización de ejercicio.
Entonces, ¿por qué se producen las agujetas?
Se producen por la práctica de actividad donde predominan las contracciones excéntricas (el músculo se alarga a medida que desarrolla tensión). Estas contracciones generan tensiones muy elevadas en el músculo, cuya repetición puede llegar a provocar la ruptura de estructuras musculares, en la unión musculotendinosa y en los tejidos conjuntivos, de ahí el dolor característico de las agujetas.
¿Cómo se pueden tratar?
Las agujetas son una lesión benigna que “cura sola” tras pasados unos días. Lo ideal es la prevención, hacer con prudencia los ejercicios que conllevan muchas contracciones excéntricas como correr, saltar, cambios bruscos de dirección..., especialmente si no se ha realizado ejercicio anteriormente o si hace un tiempo que no se realiza.
Para las agujetas no hay un tratamiento como tal, se recomienda una vez que han aparecido, seguir haciendo ejercicio, pero de menor intensidad, de esta forma el músculo se irá adaptando poco a poco y disminuirá el dolor. También es recomendable realizar mansajes en los músculos ejercitados, tener un descanso nocturno de calidad, y en el caso de que el dolor sea muy alto, se puede recurrir a algún analgésico oral.