Prioriza alimentos que te aportan más nutrientes y saciedad, sin la necesidad de eliminar aquellos que no son tan saludables, simplemente intentar reducir su consumo.
En muchas ocasiones, cuando estamos estudiando, trabajando, con ansiedad o estrés, recurrimos a productos ya preparados y en muchas ocasiones ultraprocesados, con calorías que no nos aportan nada saludable a nuestro organismo a excepción del placebo.
Sin embargo, esto lo podemos sustituir por otros nutrientes que además de ser nutritivos, aportan muchos beneficios al organismo.
Los frutos secos tienen un gran aporte de grasas vegetales que dan mucha energía.
La fruta, al contener fructosa, transporta glucógeno al cerebro, además aportan mucha energía y vitaminas.
Los alimentos ricos en probióticos enriquecen la microbiota, lo que protege al aparato digestivo, mejora la digestión y la función intestinal, además refuerzan el sistema inmune.